La fundación del convento de Jesús y María se debe a don Marcos de Parada, nacido en Huete a principios del siglo XVI, en el seno de una de sus familias más notables, siendo el segundo hijo de don Alonso Méndez de Parada, regidor perpetuo de Huete y patrón de la capilla mayor de La Merced, y doña María López de Madrid.

Fotografía: Archivo FAP,  Santiago Torralba

«Fue don Marcos de Parada canónigo de la catedral de Cuenca, arcediano de Alarcón, Protonotario Apostólico de Su Santidad y, al igual que su padre, patrón de la capilla mayor de convento de La Merced. En 1559 adquiriría el señorío sobre la villa de Huelves, por compra a la Corona. Murió en Cuenca en diciembre de 1578, fecha de fundación del mayorazgo de Huelves, heredado por su hermano Gaspar de Parada, doctor y presbítero. Las obras de construcción del convento tuvieron comienzo en 1554 y se prolongaron hasta 1576, apenas dos años antes de la muerte del fundador, que recibiría sepultura en una cripta situada bajo el altar de la iglesia por él patrocinada.

Fotografía: Archivo FAP,  Santiago Torralba

Se fundó la nueva institución para recogimiento de doncellas virtuosas, siendo concebido además por su patrocinador como panteón familiar, y siendo ocupado por monjas de la orden de San Lorenzo Justiniano procedentes de Cuenca. De manera popular el edificio se conoce como «El Cristo».

Presenta una planta cuadrada, ligeramente más ancha que profunda, visto desde la fachada de acceso al convento, que se sitúa en el sureste (46,70 x 43,70 m, aproximadamente). En su centro se sitúa un patio, también cuadrado, de unos 19,50 m de lado.

En torno al patio se ordenan los diversos usos, en sus cuatro crujías. Tres de ellas se organizan de manera similar, albergando las estancias del convento, en dos alturas, y una cuarta, la situada al sur, da cabida a la iglesia, contando con una anchura mayor y toda su altura en un único volumen.

Casi con seguridad se asigna a Andrés de Vandelvira la traza de la portada de la iglesia, y a Esteban Jamete su ejecución. Posiblemente fue también Vandelvira quien diseñó las fachadas del claustro. La ligereza de los alzados interiores del patio es el contrapunto escondido tras unas fachadas exteriores masivas, con escasos huecos, limitados casi todos ellos, en origen, a la planta primera.

Fotografía: Archivo FAP,  Santiago Torralba

No obstante, los alzados presentarían en origen, también, una proporción clásica, modulados mediante una imposta recta que remata el alto basamento ciego de la planta baja y sobre la que apoyan los huecos de la plata superior. Se rematan con una cornisa de cierto desarrollo, e incorporan las armas del fundador en las esquinas, dotando al conjunto de un aspecto de palacio florentino del quattrocento. En la actualidad la composición inicial se encuentra muy alterada, por la sucesiva apertura de huecos añadida en los alzados.

Fotografía: Archivo FAP,  Santiago Torralba

Cabe suponer que con la configuración descrita sería puesto en uso el edificio en el año 1578, y ocupado como convento hasta al siglo XIX, sin que las condiciones de su fábrica sufriesen alteraciones notables.

Sin embargo, una vez desalojado el convento, se inicia una serie de cambios de propiedad. En 1835 pasa la casa conventual a propiedad del Ministerio de Hacienda, mientras que 1841 en la iglesia se instala la parroquia de Santa María de Castejón, uso advocación que mantiene.

En 1870 la gestión del convento queda a cargo del Ayuntamiento de Huete. La parroquia es en la actualidad filial de la de San Esteban Protomártir. Los cambios de propiedad dan lugar a la instalación en el edificio de sucesivos usos, todos ellos de carácter más o menos provisional, y que sin embargo suponen severas alteraciones, cuando no destrozos irreversibles. En diversos momentos el antiguo convento va a ser empleando como asilo, hospital de guerra, residencia, o colegio de primera enseñanza. En la parte del convento se irán realizando adecuaciones que ignoran la naturaleza de la construcción, ejecutadas mediante obras de albañilería elemental en momentos de necesidad, obviando valores históricos.

A partir de la última década del siglo XX comienzan a realizarse obras de recuperación sobre el edificio, actuando sobre el mismo mediante Escuelas-Taller de aprendizaje de oficios. La última de las campañas tuvo lugar en el año 2008

En el año 2009 se acuerda entre la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Huete la implantación del Museo de Fotografía de la Fundación Antonio Pérez en el edificio, redactándose el correspondiente Proyecto Museográfico. Entre marzo de 2012 y abril de 2014 se ejecutan las obras contempladas en el Proyecto de la 1ª Fase, redactado por la arquitecta de la Diputación Provincial Ana Toscano.

Fotografía: Archivo FAP,  Santiago Torralba

Dando continuidad a los trabajos anteriores se proyecta y ejecuta la segunda fase de las obras, llevada a cabo entre diciembre de 2014 y junio de 2015. Mediante esta actuación se pone en uso la planta baja del edificio, quedando configurado el vestíbulo de acceso, el recorrido por el claustro y la rehabilitación parcial de sus fachadas, las salas de exposiciones temporales, una sala de descanso y los aseos. Se levanta además un edificio auxiliar de nueva planta, ubicado en el patio trasero, hasta ahora abandonado, que alberga los cuartos de instalaciones y el almacén. Diversas actuaciones puntuales de acondicionamiento llevadas a cabo de manera paralela a las del proyecto permiten hacer visitable parte de la planta alta, pendiente de recibir la correspondiente inversión que permita incorporarla definitivamente y bajo las condiciones adecuadas al recorrido expositivo.»

Mochales Somovilla C.
2ª Fase / Rehabilitación del convento de “El Cristo” como museo de Fotografía.
Fundación Antonio Pérez, Cuenca, 2014.