El pasado viernes, 16 de febrero, tuvimos el placer de presentar la exposición del pintor valenciano Calo Carratalá, “Paisajes sin tiempo”. Una muestra de casi 200 obras inspiradas en la naturaleza de los países de Tanzania y Senegal, países donde el pintor viajó, conoció, plasmó en sus cuadernos de viajes que también figuran en esta exposición y posteriormente, a su regresó, convirtió en cuadros que ahora pueden verse en nuestro Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca, donde estarán hasta el próximo 2 de junio.

Trabajos que destacan por su color, sus trazos, tamaño, materiales, estilos y soportes utilizados que aportan gran notoriedad y naturalidad y una visión de estos países africanos muy especial y diferente, en las que predominan los tonos azules, verdes y marrones, combinados con una gran variedad de técnicas y procedimientos artísticos que nos seducen y atrapan desde el primer momento.

En la inauguración participaron el director de la FAP, Jesús Carrascosa, y el propio artista de Torrent, Calo Carratalá, que estuvieron acompañados por amigos de la Fundación y estudiantes de Bellas Artes. Durante su intervención, Carrascosa hizo una defensa de “la buena pintura” algo que siempre ha defendido Antonio Pérez “con uñas y dientes», por esta razón, considera que la obra de Carratalá completa el discurso museístico del Centro de Arte Contemporáneo.

El pintor, por su parte, reconoció que es un auténtico lujo exponer en la FAP porque la ha visitado muchísimas veces como espectador, el autor hizo un repaso por su técnica pictórica inspirada en los viajes y ha detallado que se basa en la fotografía como “punto de arranque” para crear la posterior obra. Carratalá también destacó las pinturas que hizo de la provincia conquense, concretamente de la comarca de la Manchuela (Motilla del Palancar y Alarcón).

Calo Carratalá nació en Torrent (Valencia) en 1959, estudió Bellas Artes en la Facultad de Bellas Artes San Carlos, y fue becado en por la Academia de España en Roma y en la Kunstnarhuset Messe en Noruega. Su obra está presente en algunas de las colecciones institucionales más importantes como la Fundación Cultura Mapfre Vida de Madrid, la Fundación Bancaixa de Valencia, o la Academia de España en Roma, y en manos de coleccionistas privados, entre otras.

Heredero de la tradición paisajística, reivindica su actualización a través de una acaparadora presencia de estos espacios aparentemente vírgenes, donde la vida humana y la naturaleza conviven alejadas del alborozo turístico o de la vida urbana. Sus figuras humanas tienen una presencia a veces anecdótica en medio de la inmensidad del paisaje, a veces protagonista a modo de relato de su propio modus vivendi.

Toda su obra es un “tour de forcé” no solo con la naturaleza sino con la imagen que de ella transmite.