La Fundación Antonio Pérez inauguró ayer la exposición “Bikondoa. Limitless” en su Museo de Obra Gráfica de San Clemente. En el acto participaron el director de la FAP, Jesús Carrascosa, el alcalde de San Clemente, Víctor Luis Camacho, el artista Alfredo Bikondoa, el comisario de la muestra Alfonso de la Torre, y la conservadora del Museo de Obra Gráfica de San Clemente, Mercedes de la Pola. Acompañándoles estuvieron Itziar Montes, esposa de Bikondoa, Marie Claire Decay, viuda de artista Salvador Victoria, un grupo de alumnos y alumnas de 4º de E.P del CP. Rafael López de San Clemente junto con sus profesores, además de vecinos y vecinas de la localidad.

Es la segunda vez que Alfredo Bikondoa expone en la FAP, ya lo hizo en el año 2012 con una triple exposición “Siete moradas y un misterio para Teresa’ (Museo de Obra Gráfica), “El cementerio marino-Homenaje a Paul Valéry” (Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca),  y “El camino directo a la verdad” (Museo del Objeto Encontrado).

En esta ocasión, la exposición que permanecerá en el Museo de Obra Gráfica hasta el 21 de septiembre, reúne 52 obras, 46 pinturas y 6 esculturas, del último decenio de “uno de los grandes” como se ha referido a él Jesús Carrascosa, clasificadas en cuatro ciclos, “Limitless”, “Código AB/B”, “The Winter” y “The Dragon into the Ocean”.

Una obra que, señala Alfonso de la Torre, “se mueve entre la destrucción y la construcción, y que se define entre las formas sobre papel y las esculturas que homenajean a Antonio Pérez”. Destaca el comisario de la muestra que el trabajo de Bikondoa ha merecido la atención de destacados críticos nacionales y que el artista ha tenido la ocasión de exponer en museos muy importantes.

Un artista con varios registros

El proceso de creación de Alfredo Bikondoa (Donostia-San Sebastián, 1942) no tiene inicio ni final, es muy cíclico y utiliza diversos registros, objetos, figuración, polvo de mármol, instalaciones, estas últimas son las menos conocidas y entre ellas destacan “Tomorrowland” presentada en ARCO VIP en 2019 y “La Palabra” presentada en la XIII Edición de la Bienal de La Habana (Cuba).

Alfredo puede estar haciendo varias obras al mismo tiempo señala su esposa, Itziar Montes, y todas las organiza por series y las engloba en lo que denomina “Nirvana versus Samsara”. Nirvana es el mundo espiritual y Samsara la vida cotidiana.

De su proceso creativo Itziar destaca también su exigencia consigo mismo, “cuando una serie no le sorprende o se repite, la abandona, pero igual la retoma años más tarde para incorporar algo nuevo”. Él no crea partiendo de una idea, sino que se pone a trabajar y “que la inspiración le pille trabajando”. Es por este motivo que su creación es totalmente libre, “nunca jamás sabe lo que va a hacer”.

El interés de los pequeños

Las tres clases de cuarto curso de Primaria del Colegio de Rafael López de San Clemente acudieron a visitar la exposición y a conocer a Alfredo Bikondoa. Con él estuvieron una hora antes de la inauguración y aprendieron muchas cosas, no solo por lo que el artista les contó sino también por las muchas preguntas que los niños le hicieron, porque como destacan sus profesores “están acostumbrados a venir al museo, lo viene haciendo desde pequeños y se les nota en su comportamiento y en el interés que muestran”.

Un interés que fue creciendo según Alfredo les iba contando con que materiales hacía sus obras y esculturas, lo qué representaba cada una de ellas y les dejaba a ellos que también aportaran su visión porque “una obra de arte siempre se completa son el subconsciente del espectador” les dijo.

Les habló de la autenticidad en el trabajo y del “duende” que aparece en el artista y es el que te hace crear la obra. Para que lo entendieran les puso ejemplos divertidos y sencillos que los niños aplaudieron y captaron rápidamente. Terminaron la visita con un “Antoñito, te queremos” una dedicatoria que hicieron a voz en grito para Antonio Pérez.

Camino a la verdad

En la muestra hay también una escultura perteneciente a un proyecto artístico y solidario denominado “El camino directo a la verdad”, que surgió de la exposición que en 2012 presentó en el ya desaparecido Museo del Objeto Encontrado y de la frase “no te preocupes, cogerán su propio camino” del crítico de arte Alfonso de la Torre refiriéndose a dos esculturas en forma de bota expuestas allí.

Estas dos botas se convirtieron en una instalación escultórica conceptual formada por cinco piezas más, y dieron paso a un proyecto artístico y solidario al que llamaron “El camino directo a la verdad”  (www.caminoverdad.com) que consiste en poner a la venta, a un precio asequible, una pieza de estas botas única e irrepetible (Bikonbotas) y destinar un alto porcentaje de su recaudación a distintos proyectos solidarios y varias ONG.

Cada pieza adquirida tiene una inscripción en la cual aparecen las coordenadas geográficas del lugar de destino de dicha pieza. De esta manera, y mediante un sistema algorítmico, se hace un seguimiento del camino directo a la verdad, que se va conformando con cada nueva adquisición. Los puntos de destino van creando, así mismo, un sistema de constelaciones, que quedan registradas progresivamente, generando todo ello una obra visual y virtual del proyecto.