Tres actuaciones musicales que se celebraron los días 5, 14 y 15 de abril en nuestro Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca. El primero corrió a cargo de Carmerata Ars Suma con “Officium Hebdomadae Sanctae”; el siguiente fue el de la agrupación de música barroca La Folía con “De Jesús propagarás”, y finalmente la violista Isabel Villanueva con el concierto “Ritual” en homenaje a Antonio Pérez.

Tres propuestas diferentes que han tenido una excelente acogida por el público en esta edición número 62 de la Semana de Música Religiosa de Cuenca que ha destacado por su homenaje al artista Gustavo Torner y por la alta calidad de los conciertos ofrecidos.

El sábado 5 de abril, la Camerata Ars Suma, bajo la dirección de Luis Carlos Ortiz Izquierdo, realizó una interpretación magistral del Officium Hebdomadæ Sanctæ de Tomás Luis de Victoria, una joya del Renacimiento compuesta en 1585 para la Semana Santa. Con este concierto se vivió un hermoso viaje espiritual y musical que emocionó al público, con entradas agotadas días antes.

Ya en plena Semana Santa, el lunes 14 de abril, el grupo de música La Folía, que dirige Pedro Bonet, ofreció un interesante recorrido por músicas provenientes de las vías de América y Oriente en un programa que titularon “De Jesús propagarás” y que enlazaba temáticamente con “In Vía”, título de esta edición del festival. La propuesta permitió al público escuchar músicas que fueron escritas en las misiones de ultramar y que resultó ser un auténtico descubrimiento sonoro que brilló por su colorido, originalidad y riqueza tímbrica. Un momento emocionante de la noche fue el estreno absoluto de la primera parte de la nueva obra “El velo y la amistad” creada por David Ruiz Molina según el libreto de Fernando Vidal.

Por último, el martes 15 de abril, la violista Isabel Villanueva protagonizó momentos muy sobrecogedores con su programa Ritual, interpretando un concierto de grandísima altura con el que la Semana de Música Religiosa quería homenajear la figura de Antonio Pérez en su propia casa. El recital transitó desde la espiritualidad de la compositora del medievo Hildegard von Bingen hasta la modernidad contenida de György Kurtág, pasando por Bach y Biber, en un diálogo profundo entre dos elementos utilizados con maestría: el sonido y el silencio. La interpretación fue de una limpieza técnica y una gran carga expresiva que dejó al público sobrecogido. Cada obra, cada transición, estuvo marcada por una concepción mística del sonido con el silencio como espacio casi sagrado.

Camerata Ars Summa «Officium Hebdomadae Sanctae»

 La Folía «De Jesús propagarás»

 Isabel Villanueva «Ritual»