
FAP HUETE - Sala Negra
El Museo de Fotografía de Huete presenta en su Sala Negra la exposición La última cena de Verónica Ruth Frías .
La Última Cena, ideada por Leonardo da Vinci para la Capilla de Santa María delle Grazie, en Milán, a finales del S. XV, sirve como referente para esta performance, ya que simboliza la fractura con las representaciones clásicas de los pasajes bíblicos hasta ese momento.
Verónica Ruth Frías toma prestada la escenografía del famoso fresco, si bien sustituyendo las figuras masculinas por femeninas; ahora sólo hay ¨apóstolas¨, mujeres de las diferentes manifestaciones artísticas y culturales de la ciudad, en este caso de la ciudad de Córdoba, algunas de ellas también madres, lo que supone otro punto de inflexión en una iconografía que ha experimentado pocas variaciones sobre la canónica, pese a ser muy frecuentada por los artistas que sucedieron al genio toscanés. No en vano, a él le corresponde el honor de ser el primero en abordar el concepto del arte como obra mental, intelectual, lejos de la dimensión mecánica que se le otorgaba en el Tratado de Cennino Cennini, más acorde al estatus de artesano que tenían tanto pintores como escultores. En esta obra se reflexiona sobre la situación de la mujer en el mundo actual, empoderándola, al tiempo que ofrece una versión de la obra de Leonardo más cotidiana y próxima. Y no sólo de su obra como artista y creador de todo tipo de artefactos y máquinas, sino también como activista en la reivindicación de los derechos de sus colegas artistas, el primero de los cuales era ser considerados como tales, apelando a la naturaleza intelectual de su profesión, muy por encima de la intervención manual requerida en el proceso.

La obra de Verónica enfatiza en el inaplazable reconocimiento del trabajo de las artistas mujeres y del lugar que les corresponde junto a sus colegas varones. Ya en la década de los setenta del siglo pasado se clamaba por la eliminación del “techo de cristal” y la necesaria reescritura de la historia del arte, muy especialmente de los últimos doscientos años. Aunque algo se avanzó, no es suficiente la mayor visibilidad permitida, y el empleo de esta palabra es bien expresivo de la actual situación. Pero hay mas lecturas, ya que las participantes proceden de diferentes ámbitos del mundo laboral/cultural -lo que podría considerarse una suerte de apostolado, en virtud de su componente de vocación y entrega a cambio de casi nada-, donde las circunstancias no son muy distintas, muchas de ellas ejerciendo también las respectivas profesiones en una situación de difíciles conciliaciones con sus responsabilidades en el entorno doméstico, como madres, esposas e hijas.
Hay un matiz, aún mas importante y desolador: el de la violencia de género -física y psicológica- ejercida contra las mujeres en todos los ámbitos donde está presente, y también contra sus hijos en el familiar. Frente a este drama, urge clamar día tras día sin desmayo. La Última Cena es narrada en el Nuevo Testamento como el episodio en el que Cristo se reunió con sus amigos antes de entregarse al sacrificio. El color rojo en los vestidos de las performers nos evoca la violencia y la sangre derramada por miles de mujeres, muy a menudo en presencia de los hijos.
La performance comienza con una escena estática, que mimetiza las poses de la obra de Leonardo y donde todas las performers permanecen inmóviles, impasibles y expectantes. Esta quietud reflexiva da paso, en un momento dado, al movimiento y desorden provocado por la entrada de las hijas de aquellas participantes que son madres, rompiendo el silencio y la paz que reinaba hasta ese momento.
Isabel Hurley

La muestra La ultima cena de Verónica Ruth Frías, se podrá visitar desde el 25 de enero hasta el 20 de abril de 2025, en el la Sala Negra del Museo de Fotografía de Huete.
SOBRE EL ARTISTA
Verónica Ruth Frías (Córdoba, 1978) utiliza el disfraz, el maquillaje y el camuflaje para adquirir otras identidades, y para llevar a cabo un cuerpo de trabajo performático que incide en una crítica ácida. La hemos visto como Caperucita Roja, La Hija de Dios en la Última Cena, de Súper Heroína, de secuestradora y, a través de todos estos personajes, Frías, nos cuenta aquello que le preocupa y le indigna. Frías trabaja principalmente con la performance y utiliza el vídeo y la fotografía para dejar constancia de las acciones efímeras que realiza.
Sus trabajos de performance han podido verse en Museos Pompidou de Málaga dentro del “En Danza”, en el Museo Picasso Málaga, en el Museo Thyssen Bornemissia de Madrid o el Museo Ruso. También en centros de arte como La regenta, Gran Canaria, Centro de Arte Fundación Rafael Botí, entre otros y ha participado en numerosos festivales de Performance como Cooldays Festival, palma de Mallorca, Festival MAF, Málaga, Performance Gal, Galicia. FORO MAV, Vision y Presencia, Premiso Evolución, etc. Territorio, Ibiza. Trabaja principalmente con la performance y utiliza el video y la fotografía para dejar constancia sus acciones efímeras.
Sus trabajos se han podido ver en exposiciones individuales y colectivas tanto a nivel nacional como internacional en El Cairo, Cuba, EEUU, México, Alemania o Francia. Ha trabajado con comisarias y comisarios como Semíramis González, David Barro, Iñaki Martinez Antelo, Nerea Ubieto, Adonay Bermúdez, Fernando Gómez de la Cuesta, Margarita Aizpuru, Javier Díaz Guardiola, Juan Ramón Barbancho.
Desde hace cinco años es la comisaria y gestora del proyecto Rara Residencia, junto a su pareja el también artista, Cyro García. Rara surge de la necesidad de acercar el arte a los pequeños pueblos, en concreto en este caso a Villanueva del Rosario, donde viven desde 2007.
@veronicaruthfrias