El pasado sábado, día 26 de abril, celebramos el décimo aniversario del Museo de Fotografía, un espacio que abrió sus puertas el 12 de junio de 2015 en el antiguo Monasterio de Jesús y María de 1554, conocido como El Cristo.

Ese año coincidió con la llegada de la primera exposición de PHotoEspaña 2015 y el Museo de Fotografía fue  una de las sedes elegidas en Cuenca para acoger este evento, albergando la exposición Catalá-Roca. Obras Maestras, del fotógrafo catalán Francesc Català un autor clave para la historia de la fotografía española.

Comenzaba así una andadura en la que participaron los mejores profesionales a nivel nacional de la fotografía como el director del Centro de Fotografía Contemporánea de Bilbao Ricky Dávila, Publio López Mondejar, Vicente López Tofiño, Juan Manuel Díaz Burgos, Ramón Masats, Isabel Muñóz, Luis Escobar, Nicolás Muller, Juan Manuel Castro Prieto, Jean Marie del Moral, etc.

Una andadura que no hubiera sido posible sin el apoyo institucional de la Diputación Provincial de Cuenca y la colaboración del Ayuntamiento de Huete. En Cuenca es uno de los pocos museos dedicados a la fotografía en España.

Queremos felicitar en primer lugar a la persona que inició este trabajo que no fue otro que Antonio Pérez (1934-2024), que aquel día en la inauguración, destacó el papel de la fotografía y recordó el trabajo de la Fundación “de escoger a los fotógrafos más importantes del momento y poder exponer todo ello en este espacio maravilloso”. Antonio junto al director de la FAP, Jesús Carrascosa, y al conservador del  Museo de Fotografía, Juan Membrillo, han hecho posible que este museo siga manteniendo un alto nivel y sea reconocido a nivel nacional.

Acto inaugural

El pasado sábado celebramos de una manera especial estos diez años de funcionamiento del Museo de Fotografía con la inauguración de cinco exposiciones, tres en este espacio, y dos en el Museo Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente.

El acto de presentación contó con la presencia de los artistas Alenjandra Freymann, Iván Pérez, José Manuel Navia, las hijas de Lucebert, Maia y Noa Swaanswijk, el alcalde de Huete, Francisco Javier Doménech, concejales de la corporación municipal, miembros del patronato del Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente, la vicepresidenta de la Fundación Antonio Pérez y diputada de Cultura, María Ángeles Martínez, el director de la FAP, Jesús Carrascosa, y el conservador del Museo de Fotografía, Juan Membrillo.

El director de la FAP presentó el acto recordando cómo se gestó la creación del Museo de Fotografía hace 25 años con Antonio Pérez y cómo lo que parecía un sueño se convirtió hace 10 años en una realidad con mucho esfuerzo, trabajo, el apoyo de las instituciones públicas, el equipo de la fundación, los artistas y el público. “Nuestro objetivo como museo es apostar por el patrimonio artístico, el arte contemporáneo y el mundo rural que necesita de estas iniciativas”.

Por su parte, el alcalde de Huete se mostró orgulloso y satisfecho como alcalde y ciudadano por tener estos recursos culturales de máximo nivel en su pueblo y en la provincia de Cuenca. “Huete se convierte hoy en ciudad de la fotografía, queremos ser un referente en el arte de la fotografía y continuar en esta línea estratégica en el futuro”.

La vicepresidenta de la FAP y diputada de Cultura tuvo también un recuerdo para Antonio Pérez en un día tan especial e importante para la Fundación, y puso en valor el trabajo que se viene haciendo desde la FAP y todo lo conseguido hasta el momento con empeño y cariño. Además, destacó que este décimo aniversario se está celebrando “a lo grande, con artistas relevantes dentro del mundo fotográfico y artístico a nivel local, nacional e internacional”, y que “sus exposiciones no van a dejar indiferente a nadie”.

Exposiciones

Las exposiciones que podemos visitar tanto en el Museo de Fotografía como en el de Arte Contemporáneo de Florencio de la Fuente, estarán abiertas al público hasta el 6 de julio.

La rendición de Breda y otros pequeños paisajes en movimiento” de la artista Alejandra Freymann; “La solemnidad cósmica y la manta a la cabeza” del artista Iván Pérez, y “Un reino maravilloso” del fotógrafo José Manuel Navia, en el Museo de Fotografía;  “La desaparición de la selva amazónica” del artista Rodrigo Petrella y “Lucebert, un retrato fotográfico” del artista pintor y poeta neerlandés Lucebert en el Museo de Arte Contemporáneo de Florencio de la Fuente.

La Rendición de Breda y otros pequeños paisajes en movimiento es la muestra de Alejandra Freymann en la que presenta sus primeros trabajos utilizando la técnicas de “stop motion” (animación y vídeo) con el dibujo y la pintura. Las piezas  son narraciones cortas sobre el nacimiento de varios paisajes y el cuadro “La rendición de Breda” de Velázquez”.

Iván Pérez presentó tres proyectos que comparten aproximaciones a la idea de refugio o abrigo. Por un lado “Inversiones Exclusivas” con registros fotográficos de diversas localizaciones capturados por un dispositivo estenopeico digital transportable que funciona como cámara y como refugio; “El hombre que pintó todas sus mantas” confronta los principios de la abstracción geométrica con la memoria material de las mantas usadas que le sirven como soporte; “Pira” que es un vídeo editado por tres canales donde se ve el proceso de construcción y  destrucción de un asentamiento  temporal de chabolas.

Un reino maravilloso de José Manuel Navia es un trabajo  fotográfico por la provincia y la ciudad de Cuenca, en un intento de reconstruir un reino imaginario a partir de la riqueza y variedad del territorio real. La muestra está compuesta por 77 fotografías de las 108 que componen el trabajo de este proyecto recogidas en un libro con el mismo título publicado por Ediciones Anómalas.

Las fotografías de Rodrigo Petrella (Brasil, 1972) son un vestigio, un eco que persiste, una llama encendida entre los escombros de lo que fue la selva amazónica —ese territorio indómito que alguna vez pareció inabarcable— se repliega, se extingue, se convierte en cicatriz. Y con ella, los pueblos que la habitaron, los que tejieron su historia con barro, pigmentos y cantos, comienzan a desaparecer del mapa y de la memoria.

La exposición “Lucebert, un retrato fotográfico” de Lubertus Jacobus Swaanswijk (Lucebert) (Ámsterdam, 1924 – Alkmaar, 1994), nos invita a redescubrir una faceta menos conocida pero profundamente reveladora de uno de los artistas más complejos e inclasificables del siglo XX. A través de más de setenta fotografías, procedentes de los Países Bajos, Berlín Oriental, Bulgaria, Francia, Italia y España, la muestra presenta un archivo visual íntimo, lírico y por momentos brutal, que no busca documentar sino compartir una experiencia: la del artista que ve, que siente, que se conmueve, y que nos deja como legado esa intensidad de la mirada.