El claustro del Centro de Arte Contemporáneo de la FAP se ha convertido en un “Espai End”, una instalación que mezcla lo funcional con lo artístico del diseñador de interiorismo Julio Guixeres.
La instalación, que permanecerá en el Centro de Arte Contemporáneo hasta el 31 de agosto, fue inaugurada ayer en un acto que contó con la presencia del diseñador, su mujer Ana Santamaría, los comisarios de la exposición, Josep Lozano y Lluís Nadal, el director de la FAP, Jesús Carrascosa, y la conservadora jefe de la FAP, Mónica Muñoz.
La instalación está compuesta por dos imponentes esculturas de hierro y madera con forma de paraguas, la escultura de una niña y una zona de relax, transformada en un exuberante jardín a través de unas estampas a nivel de suelo y una serie de pufs. Al espacio se suma la música de fondo creada especialmente por LaCruZConcept, cuyas composiciones etéreas y texturas electrónicas potencian la atmósfera envolvente, ofreciéndonos una vivencia multisensorial.
La idea de este proyecto surgió en el MuVIM (Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad), con el fin de transformar uno de los patios de este museo en un “espacio habitable y transitable, sin horizontes”. El espacio “difícil y pequeño”, que podría pasar desapercibido ante los ojos del público, se convirtió en “un espacio y un ámbito de intervención e instalación magníficos”, lo que animó al director de la FAP, Jesús Carrascosa, a trasladarlo al claustro del Centro de Arte Contemporáneo, para darle también un “nuevo horizonte”, un espacio para la relajación que “rompe” con el entorno del museo pero a la vez se integra perfecta y armoniosamente en él.
La novedad es que el Espai End instalado en la FAP cuenta además con un espacio que simula un graderío para que la gente se pueda sentar, relajarse, descansar, escuchar música, para después de esta parada, continuar la visita por el museo.
Julio Guixeres es el primer interiorista en hacer una instalación dentro de un museo. Para él, que comenzó su trayectoria como interiorista en 1999 y ha colaborado para proyectos de personalidades como Raúl Aleixandre o Tomás Arribas, lo importante es “involucrar lo artístico en los procesos de interiorismo y que el público disfrute del espacio e interactúe en él“.
La FAP se compromete con el interiorismo como una disciplina más dentro el arte contemporáneo, contribuyendo a generar nuevas percepciones en el mundo del arte. En este sentido, la propuesta de Guixeres es especialmente significativa según el comisario Josep Lozano, puesto que, aunque “los museos han hecho ya revisiones de interioristas como Mariscal y Ettore Sottsass”, es la primera vez que se reconoce “el hecho de que una obra puede llegar a ser una instalación artística”.