Donde brota la luz. 4C. Centro de Creadores Contemporáneos de Cuenca

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El Museo Casa Zavala presenta, el jueves 18 de diciembre, la exposición Donde Brota la luz, muestra de la primera promoción de Residentes del Centro de Creadores Contemporáneos de Cuenca, 4C, Fundación Antonio Gala, en colaboración con la Fundación Antonio Pérez y comisariada por Isis Saz.

“El arte es la expresión de lo que, sin él, no podría expresarse. Se nutre de lo inasible; su práctica es inefable. Trata, a tientas, de poner puertas al campo y de enmarcar el universo. Trata, entre balbuceos, de cantar y dar voz a lo que no la tiene. Trata, a fuerza de severos halagos, de domesticar a la extraña Quimera que por una parte nos atrae y por otra nos tiraniza. Todo arte es el despliegue de una dominación: de la palabra, de los ritmos, de los volúmenes, de las luces, de los sonidos, de los colores… Sin embargo, la realidad está tramada por un entreverado menos simple que el arte: el arte nos la hace inteligible. Y además aquella dominación en que consiste es un desvalimiento: supone a la vez una iluminación y una tiniebla previa. Crear es, en el fondo, conseguir que una centella atraviese la noche; que un rayo rasgue el ancho pecho negro de la noche. En esta epifanía, de donde brota la luz es de la oscuridad: de la mayor oscuridad, como el amanecer. Y no la contradice, sino que la consuma. Quizá lo que tengan en común todas las artes sea que el caudaloso caos de la realidad, al percutir sobre quienes las ejercen, hace saltar la deseada chispa, distinta en cada una. Distinta, aunque el repertorio de los gestos humanos sea tan breve.”
Antonio Gala

 

 

Tal y como nos cuenta la comisaria de la muestra, Isis Saz;

Partimos de las palabras de Antonio Gala para recorrer esta exposición de la primera promoción de Residentes del Centro de Creadores Contemporáneos de Cuenca, 4C, con una selección de obras y diálogos compartidos que hoy acoge la Casa Zavala. Los espacios habitados, desde la biblioteca al taller, guardarán la memoria del paso de estos creadores y creadoras que se han podido encontrar gracias a la dedicación y generosidad que tuvo Antonio Gala con las nuevas generaciones de artistas y que hoy perdura en su legado y en su obra.

En la penumbra observamos las fotografías de un salón, que tantas conversaciones y encuentros ha presenciado en estos ocho meses. Las imágenes de María Tenoury se abren desde ese salón al jardín, proyectadas sobre material frágil y traslúcido, que nos traen al presente lo efímero del recuerdo y de la memoria. Desde ese lugar de percepción nos adentramos en la obra de Fran Baena que traslada al medio pictórico y a la escultura lo que Hito Steyerl denominó imágenes po­bres, aquellas que gracias a sus características viajan rápidamente por los dispositivos digitales a través de memes o gifs, dando cuerpo y fisicidad a narrativas provenientes del espacio lumínico de la red de internet.

Las construcciones en formato de instalación de Lucía Tello nos ofrecen una mirada transversal desde la nostalgia, la persistencia del objeto y la narrativa de lo táctil y visual. Desde la ma­jestuosidad desvanecida de las capas pictóricas sobre el lino, hasta los pequeños detalles que atraviesan las composiciones, todo elemento es esencial para el recuerdo. Al otro lado de la sala, la obra de María Góngora se adentra en el cuestionamiento de la identidad femenina asociada al textil y su representación como material simbólico para dar forma a las imágenes duales de la casa y el concepto de hogar, reflejando lo bello y lo tenebroso con figuras tejidas que dan luz a nuevos territorios.

Cruzando la habitación, la tradición y memoria rural toma cuerpo en la obra de Marina Íñiguez. Reconfigurando modos de hacer con materiales como el esparto, el mimbre y la madera, la mira­da hacia los objetos originarios hace mutar su condición utilitaria en esculturas que son home­naje a todas las personas que han formado parte de una ruralidad que desaparece sigilosamente y que la artista rescata del olvido. A su lado, Ilaria Cutolo traduce en sus pinturas los espacios y entornos domésticos que recogen los lugares vividos e imaginados entre Italia y España, impregnados de la memoria familiar que acompaña el relato y las genealogías que dialogan con la iconografía persistente en la actualidad.

En una última pequeña sala, descubrimos fragmentos y huellas de la investigación sobre el mim­bre realizada por Perla T. Alejo R, imágenes que surgen desde la luz y la sombra proyectada que nos llevan de nuevo a la tradición encarnada de los artesanos y artesanas que hoy mantienen un oficio resistiendo el paso de tiempo. Por último, Álvaro Guardiola Haro, Diego Santana Caunedo y Kevin Soto Perdomo muestran historias breves y pequeños cuentos surgidos del encuentro que resuenan cerrando la exposición, convirtiendo en memoria y herencia el espacio compartido de la palabra y de la imagen.

 

La exposición, Donde brota la luz, comisariada por Isis Saz y que  muestra el resultado de los trabajos de la primera Promoción Residentes 2025 del 4C; Fran Baena; Ilaria Cutolo; María Góngora; Marina Íñiguez; Lucía Tello; María Tenoury Díaz; Perla T. Alejo R.; Álvaro Guardiola Haro; Diego Santana Caunedo y Kevin Soto Perdomo, se podrá visitar desde el 18 de diciembre de 2025 hasta el 22 de febrero de 2026, en el Museo Casa Zavala de Cuenca.

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