La Sala Princesa Zaida del Museo Provincial de Cuenca acoge desde ayer y hasta el próximo 25 de enero, la exposición “Lucebert, Poesía Arte y Pintura, un artista revolucionario”, una muestra organizada en colaboración con la Fundación Antonio Pérez.
En el acto de inauguración han participado el director del Museo Provincial de Cuenca, Miguel Contreras, la conservadora Jefe de la FAP, Mónica Muñoz y la coordinadora de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Cuenca, Yolanda Rozalén. Entre los asistentes que los acompañaron, se encontraba la concejal de Cuenca en Marcha, María Ángeles García.
La exposición está compuesta por una selección de 40 obras (dibujos, pintura y fotografía) que salen por primera vez del Centro de Arte Contemporáneo de la FAP, en Cuenca, donde estaban junto al resto de la colección que la esposa de Lucebert, Tony Swaanswijk, donó en 2001 a esta institución.
Miguel Contreras ha valorado el trabajo conjunto que desde el Museo Provincial se está llevando a cabo con la Fundación Antonio Pérez, gracias al cual “podemos llegar a más gente”, así como el placer que supone poder tener obras de estas características.
Yolanda Rozalén también ha destacado la belleza de las obras de Lucebert y ha dado las gracias especialmente a los estudiantes de la Facultada de Bellas Artes de Cuenca que se encontraban en la sala, a los que ha animado a hacerse eco del trabajo que se está haciendo en Cuenca por y para la cultura.
Por su parte, Mónica Muñoz ha contado cómo llegó este artista polifacético a la FAP a través de la amistad del pintor Antonio Saura, y ha destacado que exposiciones como ésta “nos permiten mostrar al público parte de su obra”. Obra que va a ser ampliada por otra futura donación de sus hijos a la Fundación con más de 130 fotografías.
Lucebert (Países Bajos, 1924–1994), es el seudónimo de Lubertus Jacobus Swaanswijk. Fue un pintor experimental, dibujante, poeta y una de las principales figuras del movimiento CoBrA. Su trabajo muestra típicamente una inmensa libertad y espontaneidad, y su tendencia a experimentar le llevó a otros campos como la fotografía, la cerámica, el teatro y la pintura de murales monumentales.
Su obra plástica alcanzó una gran difusión internacional tras su participación en certámenes como la Documenta de Kassel, la Primera Bienal de París -donde fue premiado- y Vitalita nell’Arte, en Venecia, en 1959, y la International Exhibition de Pittsburgh en 1961. Posteriormente, participó en diversas muestras que se presentaron en Alemania, Italia, Japón y otros países.













