Un lugar muy especial del museo, y que forma parte de la colección permanente desde 2010, es el que ocupa la escultura de 10 metros de altura,  Cupito… ¿y por qué no?, de Carlos Pazos, ubicada en lo que conoce en San Clemente como el toril. Este espacio que se restauró expresamente en 2010 para acogerla y se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados del museo.

Cupito… ¿y por qué no? fue una obra encargada a Pazos por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, junto con la SECC (Sociedad Estatal de Conmemoraciones Estatales), y contó con el patrocinio de Michelin para conmemorar en 2004 el centenario del nacimiento de Dalí. Una vez realizada se expuso en el patio Sabatini y, años después, fue trasladada a San Clemente.

Fotografía: Archivo FAP,  Santiago Torralba