La Fundación Antonio Pérez presenta una nueva exposición en sus salas temporales, dedicada a la artista polaca Agata Stępień

La serie de obras presentada por Agata Stępień en esta exposición individual, se refieren a la vida privada de la autora y demuestran que nadie está libre de imperfecciones e incertidumbres. La artista utiliza el arte como una forma de enfatizar su miedo y define el proceso de creación como un acto de absorción de emociones. De esta forma, su trabajo se vuelve muy íntimo y constituye una motivación atractiva para el espectador.

Las reflexiones de su obra se centran en el cuerpo como objeto de actividad artística, a nivel de transgresión física creativa, circulando en busca de respuestas a interrogantes sobre los límites de la imagen corporal y la libertad artística en el contexto de la cultura contemporánea.

Su arte libera de nuevo la esfera visual y el concepto de arte, belleza y estética. La función del arte debe interpretarse aquí como una manifestación de lo que no es obvio, lo “subcutáneo”, lo poco claro y marginal. En la serie de pinturas que presenta, utiliza leyendas e historias familiares para enfatizar el duro destino de las mujeres de su familia durante la guerra. El trabajo en la pintura dura desde unas pocas sesiones cada pocos meses hasta dos años. Repintados muchas veces, rayados, cubiertos con oro de 22 quilates en resina, pintados con tierra de debajo de las ahora desaparecidas casas de bisabuelas y bisabuelas, se convierten en mi compañía. “Son” seres silenciosos “que me hacen compañía”, comenta la artista.

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La exposición podrá verse en el la Fundación Antonio Pérez de Cuenca del 14 de mayo al 4 de julio de 2021.